A simple vista, lo más característico del loker klein es lo que les hace más irreconocibles: el plumaje. Por contradictorio que parezca. Las plumas, que se mueven en tonos que van del azul klein al azul ancla 536, les otorgan una notable visibilidad si están en tierra pero los hace prácticamente imperceptibles cuando alzan el vuelo.
Se supone que han desarrollado esta capacidad mimética con el cielo (los machos incluso varían la tonalidad de las plumas según la hora del día) arrastrados por el propio instinto de superviviencia. Sin embargo, no hay dato alguno que dé evidencias sobre el motivo de la huída, ya que raramente son atacados por otros animales.
Se trata de la especie conocida capaz de permanecer en vuelo ininterrumpido durante más tiempo. Se sabe de casos de ejemplares que han estado más de cinco años sin tocar superficie alguna. Hasta el momento, no está clara cuál es la razón de tan peculiar actitud. Algunos estudios apuntan que son incapaces de aceptar el abandono por parte de otro ejemplar y que, cuando esto ocurre, se lanzan a su búsqueda desesperadamente aunque hayan perdido cualquier referencia visual o temporal.