Cuerpo de pequeñas dimensiones y plumaje marrón. Única especie conocida cuyo cuerpo no se degenera, característica que le ha llevado a ser conocido también como el pájaro de la eterna juventud. A partir de los 2 años de edad, deja de crecer y, probablemente debido a su escasa fertilidad, entra en una efervescencia sexual que ya no abandona nunca.
Cuando está solo, le gusta colgarse de las ramas con una sola pata, como si jugara. Parece moverse por impulsos. Aunque es capaz de alimentarse de forma variada y fácilmente se adapta al entorno (su dieta incluye gusanos y frutas por igual), su menú preferido son las vainas de vainilla y, cuando las tiene a su alcance, puede llegar a comportarse de forma obsesiva. Es su misma obsesión por viajar continuamente y huir, sin importar el lugar de destino, con la única intención de no acumular nunca más de tres días en una misma rutina.